Animacion: Una Gran Forma de Hacer Cine
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En Hollywood, Tom Cruise es considerado como el rey de la taquilla. Pero…, ¿lo es? Su última película Mission: Impossible – The Final Reckoning, logró la impresionante cifra de 599 millones de dólares en la taquilla mundial. Pero incluso ese increíble logro palidece junto a Ne Zha 2, filme chino de animación que ha cruzado la barrera de los 2.000 millones de dólares en la taquilla mundial, colocándose como la película más taquillera de 2025 y la quinta en el ranking universal de la historia del cine. ¿Su problema? Es una película de animación y, como tal, es vista como algo menor, ya se sabe, “para niños”.
Es precisamente esta noción contra la que llevan años luchando realizadores y festivales. Guillermo del Toro lo ha sabido resumir en lo que parece ya su mantra: la animación no es un género, es una forma de hacer cine. “Queremos acabar con la idea de que la animación es la hermana menor del cine”, comenta Mikael Marin, al frente del Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, el más destacado de la industria.
Marin estuvo en Los Angeles para Animation is Film, destacada cita del mundo de la animación que desde hace nueve años quiere cambiar la narrativa de cómo el público, la crítica y la industria perciben este medio. Un buen momento para echar un vistazo a los títulos más destacados de la animación que se han dejado ver en festivales como Cannes, Venecia, Toronto o Berlín y prueba de que la animación es parte fundamental de la conversación cinematográfica internacional.
Además de su calidad, el peso de la animación es muy importante en la taquilla. Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – The Movie: Infinity Castle se ha situado en el número 9 del ranking global tras alcanzar los 588 millones de dólares en la taquilla mundial, tan solo unos pocos miles de dólares por debajo de la última Mission de Cruise. La producción japonesa superó las aventuras de Ethan Hunt el día de su estreno. Mientras, la animación familiar de películas de estudio como The Bad Guys 2, Elio or Dog Man se han posicionado entre las 25 películas más taquilleras del 2025, otra prueba de que la animación lleva a todo tipo de público, no solo a los más pequeños, a las salas.
La conversación debe de ir más allá del éxito comercial y fijarse también en los logros artísticos. La comentada película francesa Little Amélie, or the Character of Rain obtuvo un nuevo galardón en esta temporada de premios con el Gran Premio del Jurado de Animation is Film mientras que la también francesa Arco consiguió el Premio del Público en este mismo foro tras su reciente paso por Cannes. Con una sensibilidad japonesa, tanto en su historia como en su estilo, ambas cintas son testimonio de una clara tendencia: el centro de gravedad de la animación se ha expandido más allá de Hollywood o Europa y Asia se ha convertido simultáneamente en la mayor fuente de creatividad e inspiración mundial.
Kpop Demon Hunters, la película con mayor audiencia en la historia de Netflix, es el perfecto ejemplo de este cambio, una experiencia cinematográfica original procedente de Corea que se ha convertido en un fenómeno cultural en todo el mundo. Lo mismo ocurre con la esperada Scarlet, el último trabajo de Mamoru Hosoda, realizador japonés que sigue rompiendo barreras en este medio.“De algún modo -añade Marin-, lo que nos gustaría es eliminar la palabra animación de esta ecuación y hablar de estos títulos como algunos de los mejores filmes del año. Punto.”