Adriana Barraza, nominada al Globo de Oro como Mejor Actriz de Reparto por Babel (2006), está lista para continuar con una nueva etapa como actriz, arte y oficio en el que también se le considera maestra en su natal México al formar a más de una generación. 

A sus 67 años, Barraza acaba de estrenar su cortometraje El tesoro (2023) que apunta directo a un tema de derechos humanos al personificar a Clemencia, una madre que carga con una pérdida personal producto de la violencia en México. Así descubre que puede ayudar a otras mujeres a encontrar el paradero de sus hijos, pues el destino ha colocado en sus manos una información privilegiada.  

El productor de El tesoro, Edward Enriquez-Cohen, quedó impresionado con Barraza cuando, en el marco del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, al recibir un premio homenaje a su carrera, decidió hablar de tres estudiantes de cine secuestrados y asesinados en la sierra de Jalisco.

“De inmediato, escuchar a Adriana me hizo correr con mi amigo cineasta David (Rodríguez Estrada) y decirle que ella era la ideal para personificar a Clemencia en El tesoro, corto que lo mismo podría servir como pieza educativa como manera de encender una luz en esta crisis que ha sucedido en México durante 40 años”, explicó Enríquez-Cohen antes de la proyección de su filme en el famoso Teatro Chino de Hollywood.

El propio Rodríguez Estrada se dice afortunado de hacer de El tesoro un regalo por las cinco décadas de carrera de Barraza como actriz. Cuando supo que Barraza estaba interesada en su historia, reescribió el personaje para aprovechar las habilidades de la también nominada al Oscar por Babel.  

“No hay nadie como Adriana para hacer de Clemencia. Siempre le digo a Adriana que nuestro corto es como la historia de origen de un superhéroe. Clemencia no tiene máscara o capa; pero sí tiene una libreta que ha llegado a ella con la dirección de cientos de tumbas clandestinas. El tesoro también muestra que todos podemos hacer un cambio para mejorar nuestro mundo”, reveló Rodríguez Estrada en el cine californiano.

Durante 2023, ese halo heroico de Barraza en El tesoro se desplegará con colores de historieta al interpretar a Nana, la abuela del personaje del latino Xolo Maridueña en Blue Beetle (2023) del universo DC y Warner Brothers. Además, Adriana es protagonista del filme de Ernesto Contreras El último vagón (Netflix) donde interpreta a una profesora rural que forja a un niño que sueña en ser maestro.

En entrevista de alfombra roja durante el LALIFF, Festival de Cine Latino Internacional de Los Ángeles, Barraza habló de su experiencia en El tesoro, producción donde comparte pantalla con Roberto Sosa, ganador de tres premios Ariel de la Academia Mexicana.

¿De dónde surge su compromiso de ser parte de El tesoro?

Al cumplir 52 años como actriz, me vi con las ganas de hacer algo para festejarlo. A los 40 había hecho un monólogo en el teatro y a los 50 me pregunté: “como actriz, ¿de qué quiero hablar?”

Pensé que quería hablar de los grupos de madres buscadoras. Muchos amigos míos me dijeron “es un tema duro y doloroso. No lo hagas”. Y yo dije: “pues si a los 50 años de actriz -tengo 67 como persona- no hablo de lo que quiero, entonces ¿de qué hablo?”

Creo que no hay nada fortuito porque en ese momento me llegó el guion a través de las manos de Edward que había escrito David con su invitación para hacer a Clemencia.

¿De qué manera el cine puede servir de denuncia para un tema tan dramático y contundente en los países latinoamericanos como las desapariciones?

Pensé que El tesoro era una forma maravillosa de encarar un evento tan duro y difícil como lo son las desapariciones en México. Aunque no hablamos específicamente de las madres buscadoras -a quienes honramos con todo nuestro corazón-sino que le damos un giro en nuestra película gracias al talento y sensibilidad de David.

Clemencia es una madre que ayuda a buscar y ayuda a encontrar.

Siempre he pensado que nuestro deber como creadores, dentro de lo que es el entretenimiento, también es mostrar realidades. Después de eso, el espectador tomará una decisión sobre lo que ve. Puede ser que tome acción o mínimamente que le quede en la mente qué es lo que está sucediendo y eso para nosotros es sentirnos que hemos cumplido.

Para el director David Rodríguez Estrada no tengo nada más que agradecimiento. ¡Gracias por elegirme hacer El tesoro! Es un tesoro ya en mi vida.

Entonces, ¿sí hay espacio para la esperanza en historias tan tristes como la abordada en El tesoro?

Lo que nosotros queremos decir con el corto es animarlos. ¡Qué difícil palabra para alguien que está viviendo una tragedia de esa magnitud! Pero por lo pronto queremos que nuestro cortometraje no solo visibilice la situación de violencia, sino decir “puede ser que algún día, puedan encontrar a sus hijos en algún momento dado, por la razón que sea”. Cuando vean el cortometraje, podrán darse cuenta.