- Golden Globe Awards
Andrew Garfield, Hacksaw Ridge
En las últimas semanas le hemos visto interpretar a un soldado objetor de conciencia en Hasta el último hombre, de Mel Gibson, y a un jesuita misionario en Silencio, de Martin Scorsese. Dos papeles duros de pelar que sin duda le han hecho cuestionar su propia fe y que podrían colocarle en la cima de Hollywood en esta temporada de premios.Andrew Garfield, nació en Los Angeles en 1983, pero a los cuatro años su familia dejó California para vivir en Surrey (Inglaterra). A la edad de 16 años Andrew empezó a sentir el gusanillo de la actuación. Tras formarse en la London Central School of Speech and Drama, se subió al escenario del Royal Exchance Theater de Manchester desde donde recibió aplausos y excelentes críticas, además de galardones como el premio Men Theater Award, por su actuación en la obra KES. Su éxito en el teatro le abrió las puertas de la televisión, apareciendo en los sucesivos años en varias series, entre ellas la producción de la BBC Doctor Who (2005). De la pequeña pantalla dio el gran salto al cine, consiguiendo su primer papel importante en Boy A donde dio vida a un ex convicto que cumple una larga sentencia en prisión por un asesinato que cometió cuando era un niño. Por este papel recibió el premio BAFTA en 2008. La llamada de Hollywood no se hizo esperar y ese mismo año Robert Redford le dirigió en el drama político Leones por corderos donde se vio las caras con grandes pesos pesados del cine como Tom Cruise y Meryl Streep. De la política pasó al mundo fantástico de Terry Gilliam con El imaginario del Dr. Parnassus (2009). El siguiente año fue particularmente prolífico para Andrew Garfield ya que protagonizó Las red social, de David Fincher, junto con Jesse Eisenberg y Justin Timberlake, y atrajo la atención de Marc Webb que se fijó en él para dar vida a Peter Parker en The Amazing Spider Man, dos papeles que le vinieron como anillo al dedo a este actor que ahora confiesa que nunca soñó con subirse a un escenario o ponerse delante de una cámara. “Mi sueño era llegar a ser estrella de baloncesto,” recuerda el actor. “Era muy delgado pero no lo suficientemente alto, aunque luego di el estirón. No me sentí a gusto en mi propio cuerpo hasta que encontré la actuación”, explica.Esa sensación de desplazamiento fue aún más profunda tras interpretar a Peter Parker. “Después de Spider Man necesitaba encontrar el equilibrio en mi trabajo -dice el actor-. Buscaba un nuevo desafío, algo que me llegara al alma”. El desafío le llegó por partida doble, primero en Hasta el último hombre, dando vida a un personaje real, Desmond Doss, medico objetor de conciencia que se alista en el ejército de los Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial a pesar de que su fe le impide portar armas. “Fue increíble ver como una persona se mantiene fiel a sí misma a pesar de los obstáculos que se encuentra delante”, dice Garfield del personaje por el que ha sido nominado a un Globo de Oro al mejor actor dramático.En su siguiente película, Silencio, Garfield interpreta a un jesuita misionero en el Japón del siglo XVII, papel para el que tuvo que someterse a una rigurosa preparación espiritual “La película es como una plegaria”, expresó el actor durante un encuentro con la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood. “Una experiencia que me ha transformado profundamente y que trasciende más allá de la actuación”. Dos trabajos minimalistas que destilan una gran profundidad de emociones sin que él apenas emita palabra y dos experiencias que han dejado una profunda huella en el actor y sin duda marcarán su carrera artística.