82nd Annual Golden Globes®
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Cate_Blanchett; Where’d_You_Go_Bernadette? , Photo: Armando Gallo
  • Golden Globe Awards

Cate Blanchett, nominada a Mejor actriz de comedia o musical

Hay actrices que desaparecen dentro de un personaje y otras que hacen que un personaje desaparezca dentro de ellas. Cate Blanchett consigue ambas cosas, lo mismo da vida a la reina Elizabeth I de Inglaterra (Elizabeth), por lo que recibió su primer Globo de Oro a la Mejor actriz, en 1999, que se hace pasar por Bob Dylan (I’m Not There), su segundo Globo de Oro en 2008, en esta ocasión a la Mejor actriz de reparto o encarna a una de las más reconocidas e idiosincráticas figuras de Hollywood, Katharine Hepburn (The Aviator). Aunque la camaleónica actriz ha reinado en grandes producciones (The Lord of the Rings, The Hobbit, Thor: Ragnarok) se ha curtido en el escenario, con obras de Shakepeare, Chekov y David Hare, entre otros, y en el cine independiente donde ha interpretado a la mala de la película (The Shipping News), a una mártir (Victoria Guerin) a una pionera en lejano oeste (The Missing) o a una mujer desdeñada (Blue Jasmine), por el que en el 2014 recibió su tercer Globo de Oro.Su último trabajo, Where Would You Go Bernadette, está basada en la novela homónima de Mary Semple y fue dirigida por Richard Linklater. En ella Blanchett interpreta a una arquitecta, ama de casa y madre de una hija preadolescente, consagrada a mantener en pie una casona antigua, de la que no le gusta salir, y a sobrellevar su relación con vecinas y madres de la escuela de su hija, a las que detesta. Una mujer frustrada que busca su realización personal y esto le llevará a hacer un viaje hasta la Antártida. Una vez más, la actriz se mimetiza con su papel retratando a una mujer sola contra el mundo, un trabajo por el que ha recibido su décima nominación al Globo de Oro, esta vez como Mejor actriz de  comedia o musical. “Bernadette es una mujer frustrada porque no está haciendo lo que le gusta, es verdad que fracasó como arquitecta en el pasado y no ha sabido lidiar con ese fracaso. Eso le lleva a ser sarcástica y a mostrar su enojo con los demás”, dice la actriz de su personaje.La australiana, (nacida en Melbourne en 1969) que ahora reside en Londres con su marido y sus cuatro hijos, tiene otros intereses más allá de las fronteras de la actuación. Elegida embajadora de buena voluntad de las Naciones Unidas en el 2016, Blanchett invierte parte de su tiempo visitando campos de refugiados, centros de salud y centros de acogida y ayuda a mujeres en situación de exclusión social. Últimamente estuvo en Bangladesh visitando centros de mujeres y en Líbano y Jordania donde se reunió con refugiados y personas desplazadas por la guerra de Siria. Blanchett es una de las pocas mujeres en Hollywood con suficiente influencia como para llevar el peso de una película y para hacer que las cosas empiecen a cambiar en la industria del cine. Su participación en el movimiento Time’s Up, fundado por varias estrellas de cine con el objetivo de combatir los abusos sexuales, ha tenido una fuerte repercusión. Muestra de ello fue el acto reivindicativo que lideró en lo alto de la escalinata del Gran Teatro Lumiére, en el Festival de Cine de Cannes del 2018. Allí, acompañada de 82 mujeres, todas trabajadoras del cine, leyó un manifestó en el que se exigía “igualdad y diversidad real en los puestos de trabajo”.En reconocimiento por su extraordinaria contribución a las artes, la filantropía, la industria del cine y a la comunidad, la actriz ha recibido, entre otros honores, la Medalla del Centenario del gobierno australiano, el título de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras concedido por el gobierno francés así como el doctorado en Letras de la Universidad de Gales del Sur, el de la Universidad de Sidney y de la Universidad Macquarie y una beca del British Film Institute.¿Hay algo que Cate Blanchett no pueda o no sepa hacer?  Parece que no. A ella le va eso de situarse al borde del abismo y buscar nuevos desafíos. Los premios y honores que tiene en su haber no le han hecho dormirse en los laureles, al contrario, significan una razón más para seguir por ese camino, encadenando rodajes y ensayos teatrales con intervenciones en distintos foros sociopolíticos.