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Laura Pérez: la ilustradora española que dibujó “Only Murders in the Building”

La encargada del Arconia, edificio neoyorquino en el que transcurre la serie Only Murders in the Building, no es Bunny Folger (Jayne Houdyshell). Incluso antes de su asesinato, pieza central de la segunda temporada de esta serie candidata al Globo de Oro, una ilustradora española es la verdadera encargada de darle forma gráfica en la pantalla a este singular edificio. Se trata de Laura Pérez, dibujante valenciana de 38 años encargada de los cuidados títulos de crédito de esta serie, una secuencia en la que se perfila no solo el edificio, sino que abre las ventanas a su peculiar grupo de inquilinos, todos ellos animados por esta autora de cómics de alcance internacional. Pérez es incluso la doble artística de Selena Gómez guiando su mano como Mabel no en los asesinatos sino en su labor como pintora, cuadros que también son fruto de la autora española.  Y todo comenzó con una página de cómics que Laura Pérez descartó porque no encajaba en su último álbum, Tótem (Astiberri, 2021) y colgó en sus redes sociales.

Podríamos decir que las redes sociales sirven para darse a conocer.

Bueno, me contactó Lisa Golam (una de las directoras del estudio Elastic), alguien a quien ya conocía y me seguía la pista. Cuando haces un cómic hay páginas que desechas porque no encajan en la cadencia de la historia y cuando la colgué en Instagram Lisa la vio cuando estaban intentando sacar un proyecto adelante y eso era justo lo que buscaban. Hicimos la propuesta dibujada, se le presentó al cliente, que era Hulu, y salió adelante con esa estética. Un trabajo muy suelto, mirando las portadas de la revista The New Yorker, con un tono muy retro, muy años cincuenta, muy chulo y algo que no había hecho antes.

¿Qué es lo que tenía la página que les gustó tanto?

Un edificio de arquitectura francesa en el que puse una serie de ventanas y una chica en su interior. Se acabó convirtiendo en el edifico de Arconia. Lisa buscaba algo, yo desechaba algo y coincidió.

¿Le interesaba el campo de los títulos de crédito?

Hubo una época de apogeo en ese campo con figuras como Saul Bass y estudios como Prologue Flms antes de que surgiera Elastic. Títulos como los de Star Wars, Seven, Spider-Man, Rear Window o los de las películas de James Bond, son icónicos para el imaginario colectivo. Pero luego hubo años donde se superponían los nombres en un plano secuencia y ya está. Ahora hay una nueva búsqueda con Game of Thrones, Dexter, con cantidad de proyectos. Saul Bass creó un arte que ha dejado séquito. A modo personal, mi pareja se dedica a hacer títulos de crédito, pero no hay competencia en casa.

¿Cuál fue su participación en la serie?

Hubo varias fases. La primera fue presentar el proyecto y me dieron bastante libertad. Una vez aprobada, preparé una nueva propuesta con el edificio que ellos querían (el The Belnord, en el Upper West Side neoyorquino) y con Selena Gómez, Martin Short y Steve Martin como personajes. Fue un trabajo muy intenso de búsqueda de estilo y color en el que también puse las claves de animación. Sabía poco de esta, pero siempre me había gustado y pensé en dedicarme a ello, así que un tanto más que he hecho. Cuando entré a formar parte de la producción, la serie ya estaba avanzada, pero quedaban capítulos por rodar y vieron que tenía sentido que también trabajara en los dibujos que iban a mostrar en cámara. Les dije que yo trabajo en el iPad, donde puedes dibujar y parece que es lápiz así que incorporaron mi sugerencia al personaje de Mabel. Por lo demás, estábamos en pandemia así que no pude viajar al rodaje. Me mandaron muchísimos correos y muchas fotos.

¿Se parece en algo más a Mabel?

Ella solo hace dos dibujos al día. Con eso no se paga el alquiler en ese edificio (risas).

 

¿Y como autora de cómics? ¿Se puede uno pagar la vida en el mundo real?

Vivo de trabajos para el extranjero, sobre todo en Estados Unidos. Cierto que acepto trabajos nacionales porque me gustan los proyectos, pero suele ser presupuestos bajitos. En Estados Unidos, lo que te pagan tiene un cero más por la mitad de trabajo del comic, como soy una autora de tres obras, por ahora no podría vivir. No tengo suficiente recorrido, pero si lo tengo en ilustración y eso me permite poder elegir.

¿Qué la llevó al mundo del cómic? Hasta hace no muchos años era un mundo de hombres.

Empecé como ilustradora en 2010/2011 y siempre estuve contando las historias de otros. Estaba convencida de que no sabía narrar. Pero gané un par de concursos (Valencia Crea 2015 y IX Premio FNAC Salamandra Graphics) y eso me obligó a hacer un cómic, Náufragos. Fue una buena lanzadera. Pero cuando salió el cómic me quedó una sensación agridulce porque seguía siendo la historia de otra persona, no una historia de la que yo había hablado y fue cuando me lancé a hacer Ocultos (Astiberri, 2019), historias cortitas, casi ‘haikus’, que se llevó el premio Ojo Crítico de Cómic. Con Tótem quise arriesgarme a hacer un cómic de principio a fin. Ahora ya me lo creo.

¿Qué cómics cambiaron su opinión?

Al principio leía cosas de Quino, 13 Rue del Percebe, Asterix y Obelix. Ya de adolescente me interesé por el manga, pero dejó de interesarme para irme al mundo ‘underground’ americano: Daniel Clowes, Chris Ware, Charles Burns. Y luego descubrí a Adrian Tomine, a Tom Haugomat, Richard McGuire y como española a Ana Galván y, por supuesto, Paco Roca, que es de la ciudad. Mi cómic favorito es Here, de Richard McGuire. La obra conceptual más bonita que he visto nunca.

¿Qué cree que ha cambiado para que las mujeres se interesen en el cómic?

La temática. Cuando estaba en el instituto, la gente leía Marvel y súper héroes, que se quedaban muy lejos de que lo que a mí me pudiera interesar. Mi introducción fue en el manga porque había autoras e historias más intimistas. Muchas artistas coincidieron con el boom de la ilustración y muchas se animaron a narrar, como me pasó a mí. Y las editoriales se animaron a contar sus historias, diferentes, no solo autobiográficas. Que no tuvieran género. Tratando conceptos, percepciones y reflexiones y da igual el género.

¿Qué tiene el agua de Valencia que ha dado tantos autores gráficos?

Paco Roca es el cómic y cada obra que saca es increíble. También están Ana Penyas y Ana Oncina. De alguna manera, acostumbrarse a algo como son las fallas desde pequeñito debe de marcar. Ver eso desde niño y saber que existe un trabajo hecho por artistas falleros que han pensado una composición, algo que quieren transmitir, para luego quemarlo debe de influir. No soy fallera, pero tiene que haber influido aunque suene un poco folklórico.

Y a ese otro folclore de la cultura popular en el que se ha convertido la Comic-Con, ¿piensa asistir?

Nunca he ido, pero me gustaría. Además, este año estoy contenta que tanto Ocultos como Tótem los ha comprado Fantagraphics y se publicarán en Estados Unidos. Estarán todos mis libros.