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Moda Blanco y Negro – Triunfando en un terreno de juego desigual
Blanco y Negro son la esencia de la moda clásica, pero cuando miras detrás de la lente cuáles son los referentes que influencian lo que la gente viste en el mundo –las revistas de moda de Europa y Estados Unidos de América, que solo muestran lo que conocen -, los referentes lucen un poco desteñidos. Eso llega a filtrarse en quiénes son fotografiados y quiénes tienen acceso a los famosos, para estilizar la tendencia que el mundo seguirá.
Con la muerte de Virgil Abloh, el director artístico de ropa masculina de Louis Vuitton y primer afro-americano en ocupar ese lugar en una casa de moda francesa, es hora de poner atención a este tema y celebrar el crecimiento del talento afro-americano en el campo de la moda. La combinación de “Alta Costura Callejera” de Virgil Abloh, no solo demuestra su educación arquitectónica sino también sus raíces ghanesas. Hablamos con dos diseñadores que están dejando su marca diseñando para la alfombra roja.
BJ Gray se entrenó en París y su carrera echó raíces como estilista en Los Ángeles. Sin embargo, no tardó en que personalidades como Lady Gaga, Common, Billy Porter, Viola Davis y Taika Waititi vistieran sus diseños con un dramático efecto. BJ dice que haber visto a Leonardo DiCaprio en The Great Gatsby en 2013 fue un momento crucial. “En un período de mi vida lleno de monotonía y éxito con los oficinistas, mi corazón genuinamente anhelaba más, y esa película fue la gota que rebalsó el vaso”, confiesa el hombre que almidonaba tan perfectamente su uniforme de batalla cuando servía en el ejército, que incluso sus superiores se detenían para aprender sus secretos.
En la universidad, el diseñador que siempre tiene la vista puesta en la readaptación, creó las camisetas para su fraternidad, Alpha Phi Alpha, combinándolas con elementos vintage que él mismo adaptaba. Ya graduado trabajó en finanzas, donde una vez más, su estilo era tan específico que sus clientes reclamaban su pericia. Grey reflexiona, “He danzado poéticamente con la moda toda mi vida, y cada instante me ha provisto de ladrillos que me permitían construir mi próxima aventura. Pero todo eso lleva de regreso a la moda”.
Giramos hacia el sensible tema del privilegio y el acceso; BJ arremete sin eufemismos. “Como afro-americano, siempre va a ser una batalla cuesta arriba en cada instancia, porque estás jugando en un campo que no fue construido para que tengas éxito. La moda es igual, pero tiene una cosa que yo elijo para romantizar mi carrera, la expresión y el aprecio por mi arte. Cuando alguien aprecia tu arte, hace que los días tristes sean mejores, o que te esmeres más como creativo, y eso te recompensa. Sabemos que nuestro arte es suficientemente bueno para competir con los privilegiados y los que gozan de conexiones más allá de nuestro alcance, pero no nos desalentamos porque sabemos que, cuando se nos dé la oportunidad, brillaremos e impregnaremos ese mismo éxito que está dentro nuestro, en todo lo que toquemos”.
A este angelino recién casado –su mujer diseña Da Shoné by Dash -, que ha llamado a sus creaciones “caos controlado”, la idea de un rango diverso de clientes le llena el corazón. “Va directo hacia mi mantra central: el estilo debería ser tan diverso como el mundo”, dice Gray.
Al otro lado de la balanza está Flor de María Rivera, la fundadora de Flor de María, una lujosa línea de calzado cuyos clientes incluyen a Carrie Underwood, Bebe Rexha y Loren Gray, por mencionar algunos. La influyente peruana trabajó durante un tiempo frente a las cámaras como periodista deportiva, mientras que dirigía un exitoso blog de moda. Como muchas mujeres, buscaba el zapato perfecto. Al final, tomó al toro por las astas y se puso a estudiar diseño de calzado en Arsutoria (Milán) y administración de empresas en Stanford, antes de embarcarse con su propia línea.
Cualquiera que conozca a esta diseñadora sabe que ella eligió enfocarse en el calzado. “Mi madre siempre llevaba tacones, no importa donde fuera, incluso para recogernos de la escuela”, recuerda la mujer que diseñó unos pantalones rosados de corderoy para sí misma a los siete años, cuando vivía en su país de origen. “Siempre quise ser como ella”, comparte orgullosamente. “Cogía sus zapatos de tacón y caminaba por la casa, incluso cuando tenía tres años. Mi papá también estaba en la moda. Él hacía toda su ropa a medida, exactamente como le gustaba. Y un día me llevó a un modisto para que yo creara mi ropa”. Si bien sus raíces le han brindado una relación estrecha con su comunidad, ella cree le ha sido cien por cien más difícil entrar en la industria de la moda.
Para la inmigrante que vino a América a los 14 años, el éxito se ha debido al puro coraje y creatividad. “Siento que no se me han brindado las mismas oportunidades que a otros diseñadores”. Acto seguido, enumera todos los componentes que limitan su acceso y oportunidades. “Soy latina, inmigrante, auto-financiada, y una mujer de color”. El silencio registra que este es uno de los grupos menos representados en la mesa del acceso privilegiado. “Trabajé muy duro para estar donde estoy. Y aunque mis zapatos los han llevado muchas celebridades y se agota la venta de cada una de mis colecciones, todavía no obtenemos la exposición y la cobertura que reciben otras marcas. Muchas publicaciones están solamente interesadas durante el mes de la Herencia Hispana, lo cual es una pena porque yo diseño zapatos para TODAS y CADA UNA de las mujeres.”
A medida que los canales de poder se expanden, nuevas opciones reflejan la riqueza y el poderío de un tapiz de inclusión, reflejado en los talleres de la moda y en la mismísima alfombra roja. Los esperamos en estas páginas con más entrevistas sobre la diversidad de personas que están detrás de los diseños que relucen frente a flashes de las cámaras.
Traducción: Gerardo Prat